"COLONEL CHAABANI, rendez-vous avec la mort" Kamal Chehrit, Alger-Livres Éditions 2016
El 3 de septiembre de 1964 al amanecer el Coronel Chaabani es ejecutado en cumplimiento de la sentencia del Tribunal Revolucionario, condenado por los delitos de sedición, alta traición, atentado a la integridad territorial, ...
Kamal Chehrit, novelista y ensayista aprovecha este asunto para reunir varios documentos provenientes de los distintos actores de esta trama histórica y revelarnos una visión sobre las tensiones que acompañaron la Revolución e Independencia argelina hasta desembocar en la dictadura de estilo e inspiración nasseriana y socialista de Houari Boumediène.
La primera lección que repasamos en este libro es antigua ya: "las revoluciones acaban devorando a sus propios hijos". Por mucho que el autor pretenda oponer el carácter del joven coronel de 30 años, héroe de guerra ascendido por méritos de lucha en los maquis a raíz de la eliminación por los franceses de un solo golpe de toda la cúpula dirigente de la VI Wilaya, al observador ajeno no deja de aparecer la sospecha de que se trata de distinta cara de la misma moneda que Boumediène o Ben Bella.
Chaabani en el verano de 1962 respalda el golpe de mano dado por el "Ejército de las Fronteras" que apartó por la fuerza del poder al Gobierno Provisional de la República Argelina negociador de los Acuerdos de Evian con Francia y con éste a los maquis que llevaban ocho años luchando contra el Ejército francés.
Los documentos aportados por Chehrit parecen exculpar a Chaabani de conocer la acusación vertida en ellos, según la cual el "Ejército de las Fronteras" había sido infiltrado por Francia utilizando desertores argelinos de sus propias filas, con la misión de evitar que la futura Argelia independiente se deslizara fuera de la tutela francesa y cayera en la órbita soviética.
Sin embargo, y sin negar que Francia hubiera podido intentar esa estratagema, los hechos son que el Coronel Chaabani abre su Wilaya a las tropas que cruzan el Sahara en la carrera por Argel, apoya a Ahmed Ben Bella como candidato a la Presidencia de la República y se decanta por una política socialista, nacionalista y admiradora de Nasser. Bajo ningún concepto apoya el llamado del Gobierno en el exilio de que "los militares vuelvan a los cuarteles", ya que él como tantos combatientes del maquis son civiles que tuvieron que tomar las armas. Pero al mismo tiempo sabe que en una situación de inestabilidad, vacío de poder, facciones, ... las armas cuentan más que los votos.
A partir de aquí nos exhiben la lucha por el poder. Desfilan un Ben Bella convencido de su popularidad e ignorante de sentarse sobre bayonetas, lo pagará más tarde. Houari Boumediène, a quien en todo momento se le acusa de connivencia con Francia, lo que no acaba de resultarme creíble del todo por los actos de su gobierno. De lo que es claramente culpable es de forzar una deriva socialista ultranacionalista y de basar su poder en una policía secreta omnipotente en todos los campos, incluso el económico, capaz de eliminar a cualquier opositor. Y toda una serie de personajes secundarios. El perdedor, Chaabani, paga con su vida la derrota.
Se trata de un libro construido a partir una serie de testimonios, insertando comentarios o análisis del autor. El estilo, alejado del habitual en Europa, es ampuloso y lleno de figuras, en la tradición literaria del mundo mediterráneo y de sus lenguas semitas. Por lo que al traducirlo al francés en algún momento resulta chocante. Esto le confiere energía por una parte y obliga a buscar los dobles sentidos por otra, el lector se ve obligado a buscar otras fuentes para contrastar.
Para quien busque las claves de la reciente Historia de nuestro vecino magrebí, es una buena lectura para entender las convulsiones que acompañaron al nacimiento de su Estado tras 130 años de colonización. Y un buen recordatorio a revolucionarios e independentistas de que la Arcadia Feliz deseada puede acabar siendo un infierno para ellos mismos ante la mirada indiferente de aquéllos por los que tanto lucharon.
Kamal Chehrit, novelista y ensayista aprovecha este asunto para reunir varios documentos provenientes de los distintos actores de esta trama histórica y revelarnos una visión sobre las tensiones que acompañaron la Revolución e Independencia argelina hasta desembocar en la dictadura de estilo e inspiración nasseriana y socialista de Houari Boumediène.
La primera lección que repasamos en este libro es antigua ya: "las revoluciones acaban devorando a sus propios hijos". Por mucho que el autor pretenda oponer el carácter del joven coronel de 30 años, héroe de guerra ascendido por méritos de lucha en los maquis a raíz de la eliminación por los franceses de un solo golpe de toda la cúpula dirigente de la VI Wilaya, al observador ajeno no deja de aparecer la sospecha de que se trata de distinta cara de la misma moneda que Boumediène o Ben Bella.
Chaabani en el verano de 1962 respalda el golpe de mano dado por el "Ejército de las Fronteras" que apartó por la fuerza del poder al Gobierno Provisional de la República Argelina negociador de los Acuerdos de Evian con Francia y con éste a los maquis que llevaban ocho años luchando contra el Ejército francés.
Los documentos aportados por Chehrit parecen exculpar a Chaabani de conocer la acusación vertida en ellos, según la cual el "Ejército de las Fronteras" había sido infiltrado por Francia utilizando desertores argelinos de sus propias filas, con la misión de evitar que la futura Argelia independiente se deslizara fuera de la tutela francesa y cayera en la órbita soviética.
Sin embargo, y sin negar que Francia hubiera podido intentar esa estratagema, los hechos son que el Coronel Chaabani abre su Wilaya a las tropas que cruzan el Sahara en la carrera por Argel, apoya a Ahmed Ben Bella como candidato a la Presidencia de la República y se decanta por una política socialista, nacionalista y admiradora de Nasser. Bajo ningún concepto apoya el llamado del Gobierno en el exilio de que "los militares vuelvan a los cuarteles", ya que él como tantos combatientes del maquis son civiles que tuvieron que tomar las armas. Pero al mismo tiempo sabe que en una situación de inestabilidad, vacío de poder, facciones, ... las armas cuentan más que los votos.
A partir de aquí nos exhiben la lucha por el poder. Desfilan un Ben Bella convencido de su popularidad e ignorante de sentarse sobre bayonetas, lo pagará más tarde. Houari Boumediène, a quien en todo momento se le acusa de connivencia con Francia, lo que no acaba de resultarme creíble del todo por los actos de su gobierno. De lo que es claramente culpable es de forzar una deriva socialista ultranacionalista y de basar su poder en una policía secreta omnipotente en todos los campos, incluso el económico, capaz de eliminar a cualquier opositor. Y toda una serie de personajes secundarios. El perdedor, Chaabani, paga con su vida la derrota.
Se trata de un libro construido a partir una serie de testimonios, insertando comentarios o análisis del autor. El estilo, alejado del habitual en Europa, es ampuloso y lleno de figuras, en la tradición literaria del mundo mediterráneo y de sus lenguas semitas. Por lo que al traducirlo al francés en algún momento resulta chocante. Esto le confiere energía por una parte y obliga a buscar los dobles sentidos por otra, el lector se ve obligado a buscar otras fuentes para contrastar.
Para quien busque las claves de la reciente Historia de nuestro vecino magrebí, es una buena lectura para entender las convulsiones que acompañaron al nacimiento de su Estado tras 130 años de colonización. Y un buen recordatorio a revolucionarios e independentistas de que la Arcadia Feliz deseada puede acabar siendo un infierno para ellos mismos ante la mirada indiferente de aquéllos por los que tanto lucharon.
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