¿QUÉ FUE DE PENÉLOPE? Autora: Rosabel Peñarroja Garcés Editorial: ACEN, 2018
Volvemos a encontrarnos con la autora en este blog, con ocasión de su segundo libro. Se trata de una novela de corte romántico en apariencia, con la genial idea inicial de basarse en la famosa canción "Penélope" de Joan Manuel Serrat, una canción melancólica sobre un amor frustrado que en los versos del cantautor dejaba una sensación agridulce e inolvidable. Si algún lector no la conoce, sepa que está incurso en causa penal y debe inmediatamente acudir a spotify o youtube para subsanar su grave falta.
Escribo "en apariencia" porque Rosabel vuelve a crear unos
personajes femeninos auténticos y vivos incluso cuando en algunos aspectos su
vida sea más movida de lo habitual. La historia se estructura a través de la
vida de 4+1 mujeres, de un lado las cuatro generaciones de mujeres de una
familia ubicada en Castellón de La Plana más otra amiga que ayuda a enhebrar el
relato. Nuevamente los personajes masculinos tienen un papel secundario, aunque necesario.
La técnica narrativa nos desplaza en dos marcos temporales, de forma que vamos avanzando en paralelo en esta historia, en la que la famosa escena de la estación solo es la señal de inicio. La escritora nos va llevando a través de flash-backs por las peripecias de las protagonistas.
No quiero desvelar más de lo necesario de la trama para dejar que el
lector quede atrapado en ella como me ocurrió a mí. La pregunta inicial que nos
dejó la canción ¿quién es el misterioso hombre del tren? Empieza pronto a
quedar minimizada por otras preguntas ¿por qué Penélope le rechaza? ¿Qué hizo
de su vida después? Puede que todos tuviéramos esas preguntas pero hasta donde
yo sé, sólo Rosabel ha tenido el atrevimiento y la genialidad de tomar la pluma
(bueno, el teclado más bien) y convertir en palabras su idea de lo que pudo ser
y lo que ocurrió después.
Como anécdota debo manifestar que el personaje
del "viajante" despertó mi antipatía desde el primer momento. A tenor de lo que ha manifestado la autora creo que no es lo que buscaba para su personaje, así que desconozco si es una impresión personal absolutamente subjetiva o alguien más la compartirá. No es sólo que sea parte activa de la triste situación cantada por Serrat, hay algo más.
En la literatura existe también un espacio para la experiencia de causar dolor a quien se pretende amar, algo que cuando ocurre no es fácil de racionalizar. En el mundo real, del que la literatura es espejo, esa experiencia suele aflorar en las rupturas de parejas. Bastante a menudo se prefiere una solución fácil, como pasar página culpabilizando al otro o simplemente se deja correr el olvido antes que asumir las propias responsabilidades. Pero creo sinceramente que asumir los propios errores es la única forma de reconciliarse con uno mismo. Porque como explicaba Erich Fromm en "El arte de Amar", más allá de la atracción física amar es cuidar y preocuparse. De eso también va esta novela si la leen con atención más allá del relato romántico.
En la literatura existe también un espacio para la experiencia de causar dolor a quien se pretende amar, algo que cuando ocurre no es fácil de racionalizar. En el mundo real, del que la literatura es espejo, esa experiencia suele aflorar en las rupturas de parejas. Bastante a menudo se prefiere una solución fácil, como pasar página culpabilizando al otro o simplemente se deja correr el olvido antes que asumir las propias responsabilidades. Pero creo sinceramente que asumir los propios errores es la única forma de reconciliarse con uno mismo. Porque como explicaba Erich Fromm en "El arte de Amar", más allá de la atracción física amar es cuidar y preocuparse. De eso también va esta novela si la leen con atención más allá del relato romántico.
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